La realidad de la radioafición Mexicana

Una realidad que he vivido en poco más de 5 años como radioaficionado en México, la cual me ha hecho perder el interés en relacionarme y/o participar en actividades con la mayoría de los radioaficionados en México.

Primero, el nivel cultural del país está por lo suelos, sumado a esto la gente es floja, no dedica un mínimo esfuerzo para mejorar y superarse, aunque nunca dejará de quejarse por su importunada situación. Esto obviamente se transmite al hobby de la radio afición.

Como describiría yo a la mayoría de los radioaficionados que he conocido en México:

• Buscan promover la radio afición posando con el radio, comportándose con ínfulas de superioridad ante quien se interese. Lo primero que les va a decir es “tu no puedes transmitir, tu no puedes hacer esto, tu no sabes esto o aquello, yo si puedo porque tengo una licencia”, en lugar de invitarlos diciendo “puedes aprende a hacer esto y muchas otras cosas, yo te enseño, yo te ayudo”.

• Son tan flojos que no leen ni comprenden los documentos que les entrega el IFT, no se diga de un manual, libro etc.

• Creen que saben diez veces más que un ingeniero en comunicaciones por el simple hecho de ser radioaficionado.

• Desconocen el método científico, y si lo conocen, aplicarlo no es para ellos, prefieren su intuición.

• No saben escribir bien, no conocen la ortografía, por ello obvio menos se van a poner a aprender o practicar telegrafía.

• Son tacaños, no invierten en mejorar ni sus equipos ni su condición de vida, buscan que les den todo gratis y sin esfuerzo alguno, idealmente que les hagan las cosas.

• Saludan con sombrero ajeno, presumen diciendo “tenemos muchos repetidores”, cuando en realidad solo son freeloaders.

• Tienen un fuerte complejo de inferioridad y buscan cualquier implemento que los haga verse superior a los demás, así es que suelen portar credenciales metálicas, utilizar logotipos del gobierno para simular o aparentar que son una autoridad. Si está a su alcance, colocan luces rojas, azules y sirena a su automóvil, esto antes que comprarse un mejor radio.

• No comparten el poco conocimiento que tienen, porque si lo hacen, dejarán de ser “superiores a otros” por saber un poco más que ellos.

• Salen muy poco al radio y su conversación no aporta conocimiento científico alguno.

• No hay creación ni desarrollo de proyectos. A lo mas siguen un video con instrucciones simples porque les da flojera leer. Escribir e instalar la imagen de Linux en una memoria Micro SD para ellos es “todo un proyecto”.

• Nunca saldrán de un radio Baofeng o similar, lo defenderán y recomendarán como lo mejor del mundo.

• Son informales, nada puntuales, incumplidos y desidiosos. Se excusan bajo el argumento de que es solo un hobby cada ves que no cumplen o llegan a un compromiso. No tienen respeto por el tiempo de los demás.

• No tienen verdadero interés en adquirir conocimientos, solo buscan platicar.

• Viven en la fantasía de que su radio que les costó $500.00 es mil veces mejor que un radio profesional y que con el ellos serán los únicos capaces de “salvar al mundo”, cuando este suele estar con menos de media carga de batería y no cuentan con una sola batería de respaldo. En serio, hay muy buenas instalaciones y repetidores comerciales que si dejaran de funcionar, hay personal dedicado a su mantenimiento de forma inmediata. Contradictoriamente los radioaficionados suelen pedir un permiso para poner un repetidor de fabricación casera en un sitio así, y gratis. No pasará. La realidad es que hay que invertir dinero en infraestructura de calidad.

• Les importa más decir “no puedes transmitir como yo porque no tienes licencia” antes que preguntar si la otra persona cuenta con una, o le interesa transmitir, en algunos casos sin saber si la otra persona tiene siquiera interés en el radio.

• Cuando ven un radio de gama alta no pierden la oportunidad de tomarse fotos con el para presumir en redes sociales.